Espero que tod@s disfrutéis con mis relatos, que os emocionéis y que realmente viváis lo mismo que los personajes, llevándoos a un mundo diferente. Deseo que cuanta más gente lea mi blog mucho mejor, tal vez así pueda llegar a publicar alguno de mis relatos algún día.

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viernes, 27 de noviembre de 2020

Minirrelato: El ángel

 

Sus manos rozaban cada centímetro de mi piel y se me ponían los vellos de punta. Había estado con muchísimas mujeres pero Amelia era especial... No supe porqué desde que la conocí me sentí diferente con ella. Para mi las mujeres habían sido meros juguetes para mi desahogo sexual, pero ella... Era incapaz de describir lo que me hacía sentir el mero hecho de rozar sus labios.

martes, 30 de mayo de 2017

Minirrelato: Nuevo comienzo

Cuando pienso en todo lo vivido a lo largo de estos años, en todo lo bueno, lo malo... tantas cosas que pasan a lo largo de los días y de los meses y siento que me ha faltado tiempo. 
Recuerdo la sensación de que el tiempo no pasaba cuando era pequeña, como si las agujas del reloj fuesen hacia atrás en lugar de avanzar. De vivir situaciones vergonzosas o dolorosas y pensar que no había solución, que no había luz al final del túnel. 

Pero todo aquello terminó, forma parte del pasado, pues con los años aprendí cómo quiero ser, cómo quiero vivir, y qué cosas son las importantes en mi vida. Por eso el día en el que me mudé a Roma para empezar una nueva vida, fue el más feliz de toda mi existencia. La oferta de trabajo era muy buena, casi un milagro, trabajaría de secretaria para una empresa internacional, que estaba dirigida por un joven emprendedor, inteligente, trabajador, todo un triunfador, y encima era muy guapo. 
Era mi historia de "cincuenta sombras de Grey". Tras haber visto en el cine, una historia así, me parecía mentira que algo similar pudiese suceder en la vida real, pero así había sido. 

Gracias a estos tiempos tan tecnológicos y en los que las redes sociales eran la manera de comunicarse y exponerse al mundo, yo había conseguido un trabajo muy sencillo y remunerado de una forma que en mi país no era habitual. 

Como secretaria tenía pocas cosas que hacer, algo de documentación, recibir llamadas pero pocas tareas más. Por lo visto, el joven y guapo director, quería una chica que fuese la imagen de su empresa al cruzar por la puerta, habían visto mi perfil de Instagram y me habían contactado.Yo no tenía experiencia en el sector, pero dijeron que no era necesario, que me darían la formación allí. También comenté que no controlaba demasiado el idioma, y me comentaron que el trabajo venía con cursos de italiano para poder atender las visitas, y todo esto con un sueldazo muy alto. ¿Qué más podía pedir? 

Pues la vida me deparaba otra buena nueva, una preciosa e idílica relación con un guapísimo chico italiano, al que conocí  de la manera más irreal. Caminaba cerca del Coliseo, ya que al salir del trabajo, tenía que pasar por allí para regresar a mi casa, tropecé porque no iba pendiente nada más que del móvil, y a punto estuve de caer, cuando un chico me sujetó y evitó la caída. 

Para agradecerle el gesto a mi "salvador", le invité a merendar y fue entonces cuando conectamos. Le relaté mi vida en España, mi mala suerte con los hombres y lo poco valorada que había sido en los trabajos y él esbozó una media sonrisa. Yo no entendí la razón de su expresión, ¿acaso se estaba mofando de mi desgracia de vida antes de ir a Roma? Mi gesto lo decía todo, levanté una ceja y le miré con gesto serio, pues aunque había cosas peores, y ya lo tenía superado, no me hacia gracia que nadie se riese de mí. 

Pero lo mejor estaba por llegar, cuando le pregunté que porque sonreía al conocer mi pasado, me quedé sin habla ante su respuesta. 

-Por eso te escogí, te ví a través de Instagram con esos ojos y esa sonrisa, que a pesar de todo lo malo o los tropiezos que tuvieras siempre veías el lado bueno, y supe que tenía que ayudarte, que quería trabajases conmigo y vivieses a mi lado. 

Su respuesta me dejó sin habla, así que ¿él me ofreció el trabajo? Entonces... ¿él era el director de la empresa y por lo tanto mi jefe? No supe que decir, me costó un rato asimilar todo, pero después de las cosas que me habían pasado, supe que lo que quería era estar allí, trabajar en la empresa porque era un trabajo fácil, motivador y que me gustaba realizar, y conocer a "mi jefe" que resultó ser "mi salvador", fue el mayor regalo que el karma pudo darme, tras tantos tropiezos sentimentales. 

Así que desde aquél día decidí ser más impulsiva en el amor, y disfrutar de la relación, durase lo que durase, y fuese como fuese. A fin de cuentas solo tenemos una vida y hay que aprovecharla.

sábado, 13 de junio de 2015

Minirrelato... De mayor quiero ser....

Con unos siete u ocho años sale la pregunta de "¿Qué quieres ser de mayor?" y con unos 8 años yo respondía cosas como peluquera y profesora. Cuando jugaba a juego simbólico solía jugar a médicos, profesora y peluquera.
Un poco más mayor, teniendo unos 12 o 13 años, me volvieron a preguntar de nuevo "¿Qué quieres ser de mayor?" Y yo respondía peluquera o profesora en función del día en el que me lo preguntaban, pues me gustaba mucho peinar a mis amigas, pero me gustaba más que me peinasen, y lo de profesora pues dependía también del día, lo que más me divertía era mandar deberes. 

viernes, 12 de junio de 2015

Minirrelato... Valor

Ainara era una chica morena, delgadita y de intensos ojos verdes, que llevaba unos días nerviosa, estaba enamoradísima de Daniel, el guapo de la clase. Pero no sabía si ella le gustaba a él. Había escuchado algunos rumores de que estaba con Elena "la fresca" de la clase. Por desgracia, Elena a parte de ser una fresca que se iba con todos los chicos, era muy guapa.

Pero estaba cansada de ser siempre invisible para los chicos de clase, al menos era lo que ella creía. A partir de aquel día trató de llamar la atención de Daniel. Se arreglaba un poco más, intentaba hablarle o hacer trabajos de clase con él para pasar tiempo a su lado, pero el guaperas de la clase no tenía mucho interés en Ainara, estaba demasiado ocupado mientras babeaba por Elena. 
 

martes, 12 de mayo de 2015

reflexiones..... las pequeñas y simples cosas....

Nos empeñamos en tener mucho dinero, muchas cosas materiales, en tener lo ultimo en tecnología, en ser los mejores.. pero en ocasiones el regalo más simple o la acción más cotidiana y sencilla es lo mejor del mundo, porque al final lo que importa son los buenos momentos que pasamos junto a la gente que nos importa, o ese precioso regalo DIY que aunque no sea caro es muy valioso porque es hecho a mano.
y un dia corriente tumbados en la hierba charlando o un paseo por las calles de tu ciudad valen más que cualquier objeto material por muy caro o exclusivo que sea. Porque lo bonito de la vida son los pequeños momentos que viviremos cada dia

por un gran dia constante durante toda nuestra vida


sábado, 9 de mayo de 2015

minirrelato..... gafe

Desde hacía un tiempo, Daniela tenía el ánimo por los suelos.¿el motivo? Que era gafe. Si, podía parecer una chorrada, y de hecho era lo que le decían sus amigas. Pero no solo había tenido problemas en el trabajo por cosas que ni siquiera eran culpa suya, si no que se le había estropeado el coche, le estaba fallando internet en casa y la compañía no le daba solución. Además había perdido unos papeles importantes y para colmo se le acababa de estropear el ordenador.... desde luego no podía tener más mala suerte...
Así que se marchó a una libería en busca de algún libro que le ayudase con el tema de la suerte y del karma.
De camino a la libreria se tropezó con una piedra que no vio en el suelo consiguiendo un tremendo dolor en el dedo meñique del pie. Se le rompió el asa del bolso y por poco se le cayeron todas las cosas al suelo.
Necesita el libro y lo necesitaba ya.
Entró y directamente preguntó al dependiente para poder cambiar su suerte lo antes posible.
De camino a casa fue casi corriendo para evitar más posibles accidentes. Pero justo cuando iba a llegar al portal volvió a tropezar, solo que en aquella ocasión perdió el equilibrio y vio como se estamparía contra el suelo. Lo curioso fue que alguien detuvo su caída. Era un chico guapísimo. Iba vestido de policía. ¡qué vergüenza!
El policía acababa de terminar su turno así que se ofreció a acompañarla. Mientras ella relató su mala pata. El chico escuchó atento mientras pudo evitar un par de situaciones embarazosas a Daniela.
Parecía que su suerte no la cambiaría un libro si no aquel apuesto policia
Por si acaso decidió leer el libro para seguir los consejos. Y desde aquel día su suerte cambió sobre todo en el terreno del amor...

viernes, 8 de mayo de 2015

Minirrelato... los niños son un tesoro

Cada día era más complicado levantarse por las mañanas para Ilena. No tener a su marido a su lado por aquel fatídico accidente era una tortura. La única razón por la que no perdía las fuerzas era por su hija Dana que físicamente tenía un rostro muy parecido al de su padre, con los mismos ojos verdes.  Así que Ilena no podía permitirse el lujo de caer en el precipicio de la depresión. Tenía que ser fuerte por ella, trabajar y cuidar de su pequeña hija de tan solo cinco años.

Su hija para tener tan corta edad, era muy consciente de que su padre se había muerto, y que su madre estaba muy triste. Así que sin que ella lo supiera le hizo unas cosas para sorprenderla. Sería un regalo para conseguir que sonriera y volviera a ser la mamá tan especial y alegre que siempre había sido.

Cada día era más complicado para Ilena, pero tenía que continuar. Aunque en ocasiones, se derrumbaba y se ponía a llorar, pero para evitar que su hija se preocupase, se escondía en el baño. Lo que no se imaginó fue que su pequeña Dana había visto que se metió en el baño para llorar y que estaba observándola por la rendija de la puerta.

-Mami, te tengo una sorpresa para que no llores por papá -dijo sobresaltando a su madre.

-Hija, no quiero que me veas así.

Pero Dana no le escuchaba. Se fue corriendo hacia su habitación, después regresó con las manos llenas. Tenía varios dibujos e incluso una pequeña carta con unas bonitas palabras para su adorada madre.

Ilena no pudo evitar sonreír y abrazar desmesuradamente a su preciosa hija que con uno pequeño y sencillo gesto había conseguido darle las fuerzas necesarias para no volver a sentirse abatida nunca. Tendría valor por su hija y por su marido, el cual cuidaba de ellas desde el cielo, estaba convencida.

sábado, 2 de mayo de 2015

minirrelatos.... sorpresa mañanera

Levantarme aquella mañana cuando me desperté sentí que algo rozaba mis manos. Me incorporé para observar la cama. Pude ver un montón de pétalos de rosas azules. No podía creer una sorpresa por su parte. Casi olvidé que era .... pero no era San valentín, y tampoco nuestro aniversario. Asi que estaba un poco desconcertada porque si no era una fecha importante no comprendía la sorpresa.
Entonces vi una notita en la almohada

"Cada día a tu lado es especial. Estar a tu lado es como estar en el paraíso"

Mi marido tenía razón. Cada día era especial para celebrarlo a su lado, no hacían falta aniversarios o fechas especiales.

lunes, 27 de abril de 2015

sábado, 11 de abril de 2015

Reto. Palabras de Judith

Hola Dimathian@s!

Hace unos días pedí ayuda para un reto. Os dejo el link a la entrada para que sepáis de lo que hablo.

 http://marru86.blogspot.com.es/2015/04/me-ayudais-reto-1.html

Total, me pusieron por el momento dos retos. Hoy voy a hacer el de Judith y explico el porqué. Pues que me ha salido antes el reto con las palabras elegidas por ella aunque fuera el segundo reto que me pusieron. Os pongo las palabras que ella me propuso para el reto.

Personaje: Bruja
Acción: Carrera
Lugar: Centro comercial

Así que espero que os guste y si queréis participar pues dejad un comentario en la entrada del reto o en esta. Espero que lo disfrutéis.

                                                            ****

Amanda no podía creer lo que veían sus ojos, una bruja, parecía una bruja de verdad con aquel disfraz y el maquillaje. Pero claro, aquella era la gracia, parecer auténtica y sobre todo aterradora. Pero sin perder el toque sexy, no quería que se le viera fea.

Se dirigió hacia el centro comercial donde se organizaba la carrera de disfraces para Halloween en el Centro Comercial de la ciudad. No se le daba bien el atletismo... bueno, en realidad era una persona totalmente negada para el deporte, pero el premio lo merecía. ¿Cuál era el premio? Pues un carro lleno de la compra, otro lleno de aparatos tecnológicos y otro con productos de cosmética. Desde luego aquel premio le solucionaría las cosas por unas semanas por la comida, y los aparatos electrónicos porque necesitaba renovar los de su casa.

La idea de correr no era de su agrado, y mucho menos hacerlo disfrazada, la ventaja era que todo el mundo iría igual, bueno, no todo el mundo, las mujeres, pues los hombres no habían querido participar. “¿Acaso no comen?” se preguntó Amanda. Pero claro, si no competían hombres eran más las posibilidades para poder ganar.

Allí estaba junto a otras cincuenta mujeres, todas con trajes de halloween muy diferentes. Dio gracias a que su disfraz se le había quedado un poco pesquero y no le arrastraba, así podría correr mucho mejor. Se puso unas botas negras hasta las rodillas pero sin tacones, para poder correr con más seguridad.

Todas las participantes se prepararon, mirándose con odio pues querían conseguir los premios. Cuando dieron la salida con un silbato, todas empezaron a correr como locas. La carrera consistía en dar una vuelta a todo el centro comercial y regresar al punto inicial. Afortunadamente Amanda conocía el Centro Comercial hasta con los ojos cerrados, por lo que sabía los posibles obstáculos que había, como maceteros decorativos, papeleras y sillones en zonas de descanso. Había que esquivarlos para no perder tiempo y ganar. Las chicas parecían haberse transformado en verdaderos monstruos y no solo por los disfraces, sus rostros llenos de ira y sonrisas malévolas eran peores que su atrezo. A mitad de la carrera empezaron los empujones, zancadillas, tirones de pelo... lo que supuso que cada vez hubiera menos participantes.

Amanda iba en tercer lugar, delante tenía a dos chicas. Una iba disfrazada de vampiresa, la otra se había disfrazado de la niña del exorcista. Miraban con odio a la joven ya que empezó a ganar terreno. La del disfraz de vampiresa se desplazó para tratar de empujarla y hacerla caer. Pero no vio que había un macetero y se estrelló cayéndose al suelo desorientada.

Ya solo quedaba una competidora y la llegada estaba muy cerca. Tenía que ganar como fuera, necesitaba los premios. Se acordó de que en el último pasillo las macetas estaban en las esquinas opuestas así que varió su rumbo. La chica que se disfrazó de la niña del exorcista o no se acordó o no lo sabía porque se dio de frente con la primera maceta. Amanda sonrió desmesuradamente, corrió con más ímpetu, quería terminar aquella odiosa carrera y llevarse los premios. Ya veía la cinta de la llegada, la esperaba junto a todos los espectadores que gritaban alegremente.

Allí esperaba el joven encargado de dar el premio. Era el hijo del dueño del Centro Comercial. Era muy guapo, moreno, de ojos azules y con una sonrisa perfecta. Tan deprisa corría Amanda que no frenó a tiempo y cayó encima del joven. Todo el mundo se quedó sorprendido, pero al recordar que había ganado la carrera estallaron en vítores para felicitar a la muchacha.

-Perdón, no he calculado bien -respondió ella sonrojándose.

-Tranquila, es la primera vez que me derriba una brujita -contestó divertido levantándose mientras ayudaba a Amanda a levantarse.

-Estoy horrible.... -sintió un gran bochorno por llevar semejante atuendo.

-Pues entonces después de darte el premio y hacerte las fotos nos vamos a que te cambies de ropa y salimos a tomar algo.

Amanda abrió los ojos de par en par. No podía creer que aquel joven estuviera pidiéndole una cita. Había ganado la carrera y había ligado, ¿Qué más podía pedir? Desde luego había sido una experiencia de lo más extraña, pero allí estaba, haciéndose unas fotos junto a los tres carritos de los premios mientras continuaba con su disfraz de bruja y un joven esperándola para salir a solas. Nunca volvería a subestimar las fiestas de disfraces o nada relacionado con el atrezo, pues gracias a ello tenía un montón de cosas y una cita. 

                                                        ****

Me gustaría que me dierais vuestras opiniones.  Sobre todo Judith ya que ha sido su reto.

Un besote

viernes, 3 de abril de 2015

miércoles, 1 de abril de 2015

Minirrelatos... Admirador

Llevaba mucho tiempo enamorada en secreto de Daniel, el guaperas del trabajo. El chico más simpático y guapo que teníamos en la plantilla de la oficina. Siempre que había que hacer algún proyecto conjunto para mejorar y crecer en la empresa, trataba de ponerme en su equipo para así poder estar a su lado, verle, hablarle... 
El caso era que me ponía nerviosísima cada vez que me hablaba mirándome a los ojos. Parecía una quinceañera con las hormonas revolucionadas. "¡Despierta!" me decía a mi misma cada vez que era consciente de mi actitud.

lunes, 30 de marzo de 2015

Minirrelato. Adictos a la escritura

Hola  dimathian@s!!

Hoy traigo un texto que escribí con mi querida Déborah para un ejercicio de Adictos a la escritura.
Ha sido una experiencia muy divertida y sin duda quiero repetir jeje.

Aquí os dejo el link de su blog:

http://escribolee.blogspot.com/2015/03/maria-orgaz-y-deborah-f-munoz-se.html

Y aquí va el texto que escribimos entre las dos :) espero que os guste

                                                             ***

Me levanto, hago que los niños se preparen para el cole a toda prisa, les llevo, voy al trabajo, vuelvo a casa y tomo un tentempié mientras recojo la casa, voy a por los niños, hago los deberes con ellos, descanso un poco mientras miran los dibujos, les doy de cenar y les mando a la cama. Luego llega mi marido, le doy un beso, abro el doble fondo del armario y me armo hasta los dientes. Parece una tontería, pero después del estrés del día, ir a cazar monstruos me ayuda a liberar toda la tensión y, de paso, ayudo a hacer un mundo mejor para mis hijos.

Todavía recuerdo la primera vez que maté a un vampiro, fue una experiencia extraña y emocionante al mismo tiempo. Recuerdo que regresaba a casa tras un día agotador en el trabajo. Atajé como siempre por el parque que hay tras mi casa pues tenía muchísimas cosas que hacer, cuando delante de mi se paró un chico moreno. No le veía demasiado bien porque ya estaba anocheciendo, pero jamás se me podrán olvidar aquellos intensos ojos que me taladraron con la mirada. Supe que no era humano porque unos colmillos asomaban en su boca. No me lo pensé, miré a mi alrededor y vi una rama rota de un árbol para cogerlo como arma defensiva. Aquel ser se movió rápidamente para atacarme, pero hice acopio de todas mis fuerzas y le hundí la rama en el pecho.

Ahora sé que tuve mucha suerte aquel día: los vampiros no suelen ser tan fáciles de matar. De hecho, las dos veces siguientes que me topé con uno casi perdí la vida y sin duda habría acabado muerta de no haberme topado con el cazavampiros que más adelante se convertiría en mi esposo. Pero algo se había removido en mí: siempre había soñado que, cuando me casara, mis hijos jugarían en ese parque. Saber que en cuanto oscureciera cualquier monstruo podía ir allí y hacer daño a mi futura familia podía conmigo. Para evitar que algo así ocurriera, tenía que limpiar la ciudad. A día de hoy, todavía no lo hemos logrado. Por eso nos turnamos: una noche mi marido se queda con los niños para protegerlos mientras yo salgo de casa, a la siguiente cambiamos los papeles.

Pero llevar una vida normal, con trabajo, marido e hijos es bastante complicado teniendo en cuenta el trabajo nocturno que realizamos. Pues el sueño puede conmigo en ocasiones, mi marido tiene más resistencia que yo y eso se nota. Aunque no quiero decir nada nada, llevo varias noches de vigilancia que me resulta más complicado acabar con aquellos vampiros. Me siento cansada, con mucho sueño, a veces me siento a punto de desfallecer. Ayer tuve miedo por mi vida, pues durante una pelea empecé a ver doble a mi contrincante y él aprovechó para golpearme y hacerme caer al suelo.

Una vez más, la suerte estuvo conmigo: algo despistó a la criatura y pude reaccionar. Pero no puedo permitir que eso vuelva a ocurrir, mis niños aún son demasiado jóvenes y su padre no puede defenderles y salir a patrullar a la vez. Así que, como mi zona está tranquila, decido pasarme por la de otros compañeros cazavampiros para que patrullemos en pareja. Cuando llego a donde está Katinka casi espero que se muestre tan arrogante como siempre pero, al verme, suspira y me dice que se alegra de verme, que está agotada y cada día le cuesta más acabar con los vampiros. Eso es muy preocupante. ¿Es posible que este malestar sea algo generalizado y que, en nuestro intento por parecer más duros de lo que somos, no lo hayamos compartido con nuestros compañeros?

Según pasan los días, las cosas siguen igual y tengo que tener cuidado para no salir herida, pues mi marido es el hombre más protector que hay en el mundo. Lo malo es que el malestar no se me pasa, cada día me siento más cansada, duermo peor. A pesar de que mi apetito no se ha resentido, a veces siento nauseas. Como hoy no me toca guardia a mi y los niños ya están dormidos, prefiero asegurarme de que no estoy enfermando con una gripe o algo porque entonces no podré hacer las vigilancias. Lo curioso es que no tengo fiebre, ni tos. Decido mandarle un mensaje a Katinka, tal vez ella me puede ayudar, ya que sé que siente el mismo malestar que yo. “No tengo fiebre, pero cada día me encuentro peor. Estoy preocupada. ¿Habremos cogido algo? Dime algo que estoy preocupándome mucho...

Se acabó, no podemos seguir así: continuar con esto sin estar en plena forma es un suicidio. Convenzo a Katinka para que faltemos al trabajo a la mañana siguiente y vamos las dos juntas a visitar a Frederik. Además de cazavampiros, es un doctor muy reputado y podemos confiar en él para que nos haga todas las pruebas necesarias con rapidez y discreción total. Lo primero que nos dice es que él se encuentra bien y que ningún otro cazavampiros está teniendo los mismos problemas que nosotras. Eso nos tranquiliza: el día que los vampiros empiecen a usar la tecnología para luchar contra nosotros estaremos perdidos. Pero, entonces, ¿qué nos pasa? Frederik nos hace todas las pruebas y nos quedamos allí, esperando, hasta que le llegan los resultados. Entonces abre los informes... y se echa a reír.

-¿De qué se ríe? -pregunta Katinka con extrañeza.

-No estáis enfermas, aunque si que tenéis algo, que no se os “quitará” hasta dentro de unos meses.

Nos acerca el papel con los resultados. Katinka lo ha cogido primero y veo que se pone blanca como la pared. Empiezo a asustarme, ¿Pero qué tenemos para que se quede blanca mi amiga?

-Embarazadas... -dice ella.

-¿Cómo que embarazadas? -pregunto atragantándome.

Estamos embarazadas en plena lucha contra vampiros, desde luego el panorama pinta mal por el hecho de que con los embarazos nuestras vidas corren más peligro. Por no hablar de que no sabemos lo que pensaran nuestros maridos de las inesperadas noticias. Hay que pensar en lo que vamos a hacer a partir de ahora.

Pero a mí no me preocupa. Ya pasé por esto dos veces antes y pude seguir luchando hasta poco antes del parto, aunque con los embarazos anteriores no me sentía tan indispuesta. Supongo que es lo que tienen unos cuantos años y muchas obligaciones más. Habrá que reorganizarse y será todo un poco más complicado, pero una cosa tengo clara: mi lucha no ha terminado.

Cuando llegue a casa le voy a contar a Derek la noticia de que vamos a ampliar la familia. Así que voy a preparar una rica cena para poder hablar con él. Conozco muy bien a mi marido y sé que adora ser padre, pero por si acaso, prefiero allanar el camino antes de soltar la noticia. Llego a casa y me pongo a hacer una rica cena antes de que llegue. Él adora los huevos revueltos con chorizo así que empiezo a cocinar. Y también hago una tarta de galletas con chocolate, pues por muchos años que pasen mi marido adora el chocolate tanto como yo.

Llega a casa agotado, pero en cuanto ve lo que tengo preparado sonríe y me dice: -Ya estabas tardando en contármelo. ¡Se había dado cuenta! Me dice que en ningún momento he corrido peligro, que había pedido a algunos compañeros que me echaran un ojo y que hubieran intervenido si lo hubiera necesitado. Lo mejor de todo es que ha pensado en todo y que tiene un plan. Adoro a este hombre.

Sé que todo va a ir bien, pero con lo protector que es, no me deja salir tantas noches a patrullar. Evidentemente sé que tengo que tener cuidado ahora que tengo una vida creciendo en mi interior, pero de momento que el embarazo no está avanzado, puedo seguir luchando y patrullando. Pero Derek es cabezota, bueno no, es el más cabezota entre los cabezotas del mundo. Según aumenta mi embarazo y el de Katinka, nuestros esposos son más protectores y maniáticos.

Ver cómo crece mi tripita es algo... es mi tercer embarazo pero me sigo sorprendiendo del milagro de la vida. En mi quinto mes de embarazo mi tripa es enorme, más que en los dos embarazos anteriores. Me siento torpe y cansada, y ya hace muchas semanas que Derek no me deja salir a patrullar. Solo me deja hacer el papel de madre que cuida a sus hijos y descansa. Voy caminando junto a Katinka para recoger a nuestros hijos del colegio. Las dos caminamos muy lentas, pero como hemos salido con tiempo, todavía no es la hora.

Salen nuestros torbellinos con la misma energía que siempre a saludarnos y abrazarse a nuestras tripas. Están muy alegres por la llegada de los bebés, y tengo que reconocer que nos cuidan mucho. Regresamos a casa con calma mientras ellos juegan y corretean a nuestro lado, aunque no son demasiado mayores, ya saben la clase de monstruos que acechan el mundo.

****

El parto se adelanta casi un mes. Es luna llena y la noche ha caído ya hace un rato. Mi marido está de caza: le llamo, pero tengo que salir ya o daré a luz aquí mismo. Por suerte, el hospital está a un par de manzanas de casa, así que cojo a los niños y vamos para allá. Estamos a mitad de camino cuando el vampiro nos corta el paso. No llevo armas, pero lucho con todas mis fuerzas, por mis hijos y por el que está por nacer. Mis niños, tan valientes ellos, no se amedrentan y hacen lo posible por ayudarme, pero el dolor es tremendo y no sé si podré con él. Entonces una estaca atraviesa el corazón de mi adversario y Katinka me sonríe: -Dicen que con la luna llena las embarazadas se ponen de parto. Va a ser verdad. Suerte que te he visto desde el taxi. Ambas recorremos lo que queda de distancia hasta el hospital y entramos a la vez en el paritorio.

Dos partos antes que este ya me previenen de lo que está por llegar, y aún así estoy un poco asustada, pues quiero que mi bebé salga sano y también el de Katinka. Antes de que nos demos cuenta, pero tras muchos dolores y contracciones, tenemos a nuestros bebés entre los brazos y nuestros maridos están a nuestro lado. Katinka sostiene entre sus brazos a un precioso niño de piel blanca. Mi marido sostiene a una niña menudita con los mismos rasgos físicos que los míos.

La vida se presenta complicada con tres hijos y un mundo lleno de vampiros, pero sé que mi marido y mis amigos están siempre que los necesitamos. Doy gracias cada noche que los veo descansar plácidamente mientras nosotros acabamos con los monstruos que quieren estropear nuestra bonita ciudad.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Minirrelato.... El relato de la vida

Había salido a despejarme, no estaba preparado para ser padre, no porque no quisiera a mi mujer si no porque llevábamos poco tiempo casados. Además no sabía si sería un buen padre.
Evidentemente no pensaba dejar sola a mi mujer pero.... necesitaba disfrutar de unos momentos a solas para procesar la información recibida, pues ser padre era un paso muy importante, ya que una personita indefensa dependería de mi para sobrevivir.

Me senté en un banco del parque que había detrás de la casa para desconectar un poco la mente. Pero pude desconectar poco tiempo, pues en el parque se empezaron a escuchar unos gritos desgarrados. Una mujer pedía auxilio. Tal vez estaba en peligro. Así que corrí por el parque para intentar encontrarla y ayudarla. Saqué mi móvil del bolsillo para llamar a la policía por si estaba siendo víctima de un robo, pero mi cara se desencajó cuando me encontré de frente con la chica. 

Estaba sentada en un banco con una enorme tripa, estaba embarazada, bueno no, embarazadísima y gritaba de dolor. Posiblemente se había puesto de parto y gritaba mucho.

lunes, 16 de marzo de 2015

Reflexiones... ¿Inspiración?

¿Inspiración dónde estás?

En ocasiones hace ya mucho tiempo las ideas se agolpaban en mi mente, queriendo salir desesperadas. Hasta podía estar con cinco novelas simultáneamente las historias salían solas. Los propios protagonistas parecían pedirme a gritos las diferentes escenas, como si fuesen reales y hablasen en mi mente. 
Pero  hace tiempo que no me sucede esto. Me cuesta estar con una idea, hacerla fluir y me siento mal porque para mi escribir es una pasión, es una actividad que me relaja, me distrae y me hace muy feliz. 

La falta de tiempo libre, o mejor dicho de descanso hacen mella en mi inspiración y mis ganas de escribir. También el tener un poco escacharrado el ordenador me hace que la tarea de escribir novelas sea más complicada, pues la tecnología y yo no nos llevamos demasiado bien... Quizás lo que necesito es un respiro, desconectar un poco de todo. También es cierto que el estrés y agobio, por varios temas que no vienen al caso, influyen para no dejarme fluir las ideas.

Lo bueno es que como hace tiempo que publiqué en el blog varias de mis novelas y las tenía un poco olvidadas, al releerlas me he sorprendido, emocionado  e intrigado como si fuera otra persona quien hubiera escrito aquellas novelas. De todas formas, acepto consejos que me ayuden a recuperar la inspiración que tanto echo de menos...

miércoles, 11 de marzo de 2015

Minirrelato... Amor en el trabajo

Aquel día en el trabajo mi compañera no paraba de mirarme, y era una mirada... entre sospechosa y rara, muy amigable. ¿Acaso quería burlarse de mi? La única razón por la que podría burlarse sería porque se hubiera enterado de mis inclinaciones sexuales, pero nadie lo sabía en mi trabajo, así que no lo entendía. 
Toda la mañana estuvo mirándome de aquella forma y yo no sabía si hablar de ello para tratar de averiguar sus pensamientos. Cuando llegó la hora de empezar a limpiar y ordenar para el cierre yo intenté abstraerme porque estaba con la cabeza dándome vueltas de tanto pensar. Hasta que cuando nos estuvimos cambiando el uniforme vi que antes de que terminara yo de cambiarme, se acercó a mi lado. 

lunes, 9 de marzo de 2015

Minirrelatos... Ocio

Nos esforzamos mucho día a día para poder tener la vida que deseamos. Sobre todo luchamos en el trabajo, a fin de cuentas, las cosas de ocio no son amarguras si no que son las cosas que nos divierten.
Lo malo es que en esta vida hay que trabajar para poder ganarse un sueldo y vivir la vida, tener una familia, viajar... Además en los tiempos que corren no hay casi trabajo de nada. Hay unos afortunados que trabajan de lo que han estudiado, otros se pueden dar con un canto en los dientes si tienen trabajo aunque no sea de lo suyo, y hay otros que aunque no estudiaron una rama en concreto, por el motivo X empiezan un tipo de trabajo que se les da bien y que resulta que les gusta. 

sábado, 7 de marzo de 2015

Minirrelato... el milagro de la vida

Allí estaba Elena, dormida mientras su voluminosa tripa de 8 meses de embarazo subía y bajaba con sus respiraciones. Era tan hermosa que cada vez que la miraba tenía la sensación de enamorarme mucho más de ella.
Cuando me dijo que quería quedarse embarazada, yo dudé, no sabía si era buena idea, pues tener un hijo era una decisión importantísima que te cambiaba la vida para siempre.
Al principio no estaba muy convencido pero cuando me enteré de la noticia y vi como su tripa empezaba a crecer poco a poco mi ilusión por ser padre también creció. Ella estaba emocionada al igual que yo y en poco más de un mes seríamos padres y tendríamos a nuestro bebé en casa a nuestro lado.

lunes, 23 de febrero de 2015

Minirrelato.... Alma gemela (San Valentín)


Alma gemela

Cuando le miré a los ojos vi que su alma era un reflejo de la mía…
Amanda recordaba aquella frase, pues fue lo que pensó en el mismo instante en el que miró a Eiden a sus profundos ojos marrones. Se habían conocido hacía seis meses en el parque mientras Amanda jugaba con su hija Evelyn. Era una niña adorable de pelo castaño y ojos verdes como los de su madre. Llevaban solas desde que su novio la había abandonado al dar a luz a la pequeña.

lunes, 16 de febrero de 2015

Minirrelato..... Valentía

Mi jefe me estaba acosando, me mandaba flores, mensajes todos los días... me miraba a todas horas.... Me sentía muy agobiada, y lo peor de todo era no poder hacer nada para evitarlo. Necesitaba el trabajo, pues tenía problemas de dinero. Me veía atada de pies y manos, sabía que si me quejaba me despedirían, así que no me quedaba más remedio que callarme y tratar de llevar la situación lo mejor posible.

Mi amiga Delia veía cómo cada día suponía un verdadero castigo ir al trabajo a sabiendas de la situación que tenía que soportar. Pensar en ir a trabajar era un castigo, me ponía enferma de pensarlo y solo tenía ganas de llorar. A falta de otro trabajo...
 

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